martes, 19 de agosto de 2008

Poema a la Clase Media


Daniel Cézare

Clase media
medio rica
medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande

Desde el medio
mira medio mal
a los negritos
a los ricos
a los sabios
a los locos
a los pobres

Si escucha a un Hitler
medio le gusta
y si habla un Che
medio también

En el medio de la nada
medio duda
como todo le atrae
(a medias)
analiza hasta la mitad
todos los hechos
y (medio confundida)
sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importar
a los que mandan
(medio en las sombras)
a veces, sólo a veces, se da cuenta
(medio tarde)
de que la usaron de peón
en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en Reina

Así, medio rabiosa
se lamenta
(a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza
a entender
ni medio

martes, 5 de agosto de 2008

El amor después de todo

Gorka Andraka
Gara


El amor se aprende, se hace, se inventa, se contagia… y también se acaba. Queramos o no, dura lo que dura. El amor caduca sin previo aviso y no admite reclamaciones ni devoluciones. El amor es así. Improbable. Impredecible. Improrrogable. Hay amores chispa, los amores chiribita. "Fue bonito mientras duró. / A las once me besaste. / A las once y un segundo supe que / estabas casado", confiesa Coloma Fernández Armero en su "Romance de un segundo". Y hay amores estrella, de lumbre perpetua, los amores que toda una vida no agotan.

Jean-Louis Ronzier, un pintor francés de 68 años, se casó a título póstumo el sábado pasado. En la ceremonia, junto a Ronzier, y sobre una silla, el sombrero del año 1900 que la novia ausente había comprado para tan señalado día. Martine Cazenave falleció en setiembre de 2004, dos meses antes de la fecha fijada para su boda. Según el Código Civil francés, el presidente de la República puede autorizar, como en este caso, un matrimonio póstumo "por motivos graves, si uno de los futuros esposos fallece después de cumplir las formalidades oficiales que demuestren sin equívoco su consentimiento". Jean-Louis y Martine, "el amor de mi vida", convivían desde los años 80. "Ella hubiera hecho lo mismo en mi lugar. La quiero mucho y las otras mujeres no me interesan", declaró el recién casado.

Ted Howard y Molly se conocieron en 1948 en una feria de pueblo del Reino Unido. Él tenía 23 años y ella 18. "Fue un amor a primera vista", explica Ted. Se casaron en 1955 y permanecieron juntos 50 años, hasta la muerte de Molly hace tres. Durante los siete años de noviazgo Ted viajó por Europa y en ese tiempo envió 98 cartas de amor a Molly, quien poco antes de casarse descubrió a alguien leyéndolas y decidió destruirlas. En 1993, Ted comenzó a juntar los más de 2.000 diminutos trocitos de esas epístolas y ahora, quince años después y tras una hora diaria dedicada a recomponer palabras, ha concluido su tarea y prepara ya un libro que recogerá todas sus misivas y dedicará a la memoria de su esposa. "Aún echo muchísimo de menos a Molly y mantener estos recuerdos me ayuda", comenta Howard, a sus 82 años.

Quien lo probó, siempre repite. El amor es eterno mientras dura. Una noche. Un día. Siete vidas. En ocasiones resiste tanto que ni la muerte lo separa. "El invencible", lo llama Charo Prados en uno de sus poemas. "Así sea el amor: el de la risa azul, el de la risa. El del tambor y el son, el de los besos. El de la piel y el mar". Así sea el amor: invencible después de todo.

martes, 22 de julio de 2008

¿Cuál es la felicidad posible?

2008-07-18

  La felicidad es uno de los bienes más ansiados por el ser humano, pero no puede ser comprada ni en el mercado, ni en la bolsa, ni en los bancos.
A pesar de eso, alrededor de ella se ha creado toda una industria que viene bajo el nombre de auto-ayuda. Con pedazos de ciencia y de psicología se procura ofrecer una fórmula infalible para alcanzar «la vida que usted siempre soñó». Confrontada, sin embargo, con el curso inalterable de las cosas, se muestra insostenible y falaz. Curiosamente, la mayoría de los que buscan la felicidad intuyen que no puede encontrarla en la ciencia pura o en algún centro tecnológico. En Brasil van a un pai o una mãe de santo, o a un centro espírita, o frecuentan un grupo carismático, consultan a un gurú, leen el horóscopo o estudian el I-Ching de la felicidad. Tienen conciencia de que la consecución de la felicidad no está en la razón analítica o calculatoria sino en la razón sensible y en la inteligencia emocional y cordial. Esto porque la felicidad debe venir de dentro, del corazón y de la sensibilidad.
Para decirlo sin rodeos: no se puede ir directamente a la felicidad. Quien lo hace así es infeliz casi siempre. La felicidad resulta de algo anterior: de la esencia del ser humano y de un sentido de justa medida en todo.
La esencia del ser humano reside en su capacidad de relacionarse. Él es un nudo de relaciones, una especie de rizoma, cuyas raíces apuntan en todas las direcciones. Sólo se realiza cuando activa continuamente su panrelacionalidad, con el universo, con la naturaleza, con la sociedad, con las personas, con su propio corazón y con Dios. Esa relación con lo diferente le permite el intercambio, el enriquecimiento y la transformación. La felicidad o infelicidad nace de este juego de relaciones en proporción a la calidad de las mismas. Fuera de la relación no hay felicidad posible.
Pero eso no basta. Importa vivir un sentido profundo de justa medida en el cuadro de la condición humana concreta. Ésta está hecha de realizaciones y de frustraciones, de violencia y de cariño, de la monotonía de lo cotidiano y de acontecimientos sorprendentes, de salud, de enfermedad y, por último, de muerte.
Ser feliz es encontrar la justa medida en relación a estas polarizaciones. De ahí nace un equilibrio creativo: sin ser demasiado pesimista porque ve las sombras, ni demasiado optimista porque percibe las luces. Ser concretamente realista, asumiendo creativamente lo incompleto de la vida humana, intentando, día a día, escribir derecho con renglones torcidos.
La felicidad depende de esa actitud, especialmente cuando nos enfrentamos a los límites inevitables, como por ejemplo, las frustraciones y la muerte. De nada vale ser rebelde o resignado, pero todo cambia si somos creativos: eso hace de los límites fuentes de energía y de crecimiento. Es lo que llamamos resiliencia: el arte de sacar ventaja de las dificultades y de los fracasos.
Aquí aparece un sentido espiritual de la vida, sin el cual la felicidad no se sostiene a mediano y a largo plazo. Entonces resulta que la muerte no es enemiga de la vida, sino un salto rumbo a un otro orden más alto. Si nos sentimos en la palma de las manos de Dios, nos serenamos. Morir es sumergirnos en la Fuente. De esta forma, como dice Pedro Demo, un pensador que en Brasil hizo el mejor estudio de la Dialéctica de la Felicidad (en tres tomos, publicados por la editorial Vozes, de Petrópolis): «Si no se puede traer el cielo a la tierra, por lo menos podemos acercarlos». Ésta es la sencilla y factible felicidad que podemos conquistar penosamente, como hijos e hijas de Adán y Eva venidos a menos
LEONARDO BOFF

miércoles, 9 de julio de 2008

Consecuencia

Tú eres, sin miedo, sin trampa,

mi consecuencia

tú eres la razón para sembrar

esta tierra de esperanzas

eres la excusa para regar la semilla

para emplazar al alba

para quemar la mentira

eres el grano que promete llenar vacíos


Mi consecuencia eres tú

así como mi causa es el amor

eres lo que no pierdo

eres un manantial de palabras

que apenas gotea sueños

lo que levanta mi mirada

al horizonte donde gravitan estrellas

la pasión por alimentar mañanas

la noche que se interrumpe sorda


Tú, hijo, eres la frontera viva

entre el destierro que acecha

y la permanencia que promete

la sonrisa que reconcilia

a mi rabia con mi ternura

el temor a fallar, la duda

la brasa que subyace

la nada que sola se hace


En ti me hago

en mí te haces...

viernes, 20 de junio de 2008

Canción sin coma



Para estas cicatrices ya no hay curitas
ni monjitas ni monaguillos que las maquillen

Para este bolero ya no hay cadencia
empezó sin verso, sin ritmo, es que ya no sirve

Para este lamento ya no hay mentiras
ni enredos ni prisas que lo hagan fiesta

Para este silencio no quedan ruidos
no quedan gritos ni emblemas de bulevar

Para este sin ti ya no hay contigos
ni recuerdos carcomidos en el colchón

Para este retardo no sirven prisas
ni risitas nerviosas, ni excusas de reloj

Para esta vejez a menos de los treinta
no quedan cortos pantalones para jugar

Para esa historia de amor no quedan versos
ni prosas que me hagan rendirme a tiempo

Para esta ronquera no quedan arias
ni romanzas que el cigarro ya asesinó

Para este carácter no quedan furias
ni estallidos de campana que lo amilanen

Para este dolor no queda tiempo
se muere macilento en mi ignominia

Para esa resaca no quedan perdones
solo la fotofobia y el amargo sabor a soda
Para esta canción no quedan líneas
no queda nada en mi cama de esta canción

(2001)

jueves, 19 de junio de 2008

Canción con coma

Para estas cicatrices, ya no hay curitas
ni monjitas ni monaguillos que las maquillen

Para este bolero, ya no hay cadencia
empezó sin verso, sin ritmo, es que ya no sirve

Para este lamento, ya no hay mentiras
ni enredos ni prisas que lo hagan fiesta

Para este silencio, no quedan ruidos,
no quedan gritos ni emblemas de bulevar

Para este sin ti, ya no hay contigos
ni recuerdos carcomidos en el colchón

Para este retardo, no sirven prisas,
ni risitas nerviosas, ni excusas de reloj

Para esta vejez a menos de los treinta,
no quedan cortos pantalones para jugar

Para esa historia de amor, no quedan versos
ni prosas que me hagan rendirme a tiempo

Para esta ronquera, no quedan arias,
ni romanzas que el cigarro ya asesinó
Para este carácter, no quedan furias
ni estallidos de campana que lo amilanen

Para este dolor, no queda tiempo
se muere macilento en mi ignominia

Para esa resaca, no quedan perdones
solo la fotofobia y el amargo sabor a soda

Para esta canción, no quedan líneas
no queda nada en mi cama de esta canción

(2001)


jueves, 12 de junio de 2008

Día en contra del Trabajo Infantil


Cuando uno escucha a alguien decir "Yo trabajo desde niño" está en presencia de un explotado con larga trayectoria. Un niño no debería trabajar. Otra cosa es que ayude a sus padres en el trabajo, pero los límites entre una cosa y otra no están claros.

Algunos datos:
En Perú la edad mínima del trabajo es 15 años, pero existen los trabajadores prematuros.
El 5.4% de la población entre 6 y 17 años trabaja, el 21.4% estudia y trabaja.
En nivel de aprendizaje de un niño que estudia y trabaja es 64% menos que un niño que solo estudia.
En México la edad mínima de trabajo legal es a los 16 años, se desconoce que porcentaje de la población infantil trabaja por estar dentro de esquemas de economía informal. Pero el trabajo infantil es la primer causa de deserción escolar en niños de nivel primaria.
Están expuestos a sufrir lesiones y enfermedades en una proporción preocupante.
Son más vulnerables a algunos riesgos laborales específicos y se ven más afectados por esos peligros que los adultos.
Son más propensos a sufrir los efectos de los riesgos químicos y de las radiaciones, a los abusos físicos, sexuales y psicológicos.

miércoles, 4 de junio de 2008

Credo de los pobres

El Credo de los pobres, de Víctor Codina, sj. Acá

Todas mis mujeres del mundo

Feliz día a todas las mujeres que admiro
a ellas, a las que me permiten vivir
amantes ocultas, tesoros rápidos
que oculto y protejo
de la lluvia de realidad
son la razón de mis deseos, de mis luchas...
a todas ellas gracias
Feliz día a todas ellas,
a aquellas que amanecen en su cama
o en cama ajena
a aquellas que la indiscreta mirada
sonroja y desarma
a aquellas que cuidan un hijo propio
a aquellas que cuidan varios
hijos propios o ajenos
a aquellas que se operan
a aquellas que operan
a aquellas que obran
bien o mal
a ese batallón de mujeres
que amamantan de día
de noche y de tarde
a todas ellas una flor
pero sobre todo a las mías
a Gracia, a Soledad
a Esperanza, a Alegría
(digan presente o ausente
pa que las conozca la gente)
a Tierra, a Solidaridad
a Paz, a Dicha
(¿Porqué les dicen valores
y no mujeres, señores?)
a Tolerancia, a Caricia
a Pascua, a Mañana
(Son mujeres Respeto y Futuro
de eso estoy casi seguro)
a Debilidad, a Distancia
a Encarnación, a Vida
(no felicito a Riqueza
porque ella solo es tristeza)
a Igualdad, a Belleza
a Palabra, a Alma
a Verdad, a Guitarra
(esta última es muy bella
aunque estoy bravo con ella)
a Justicia, a América
a Lluvia, a Brisa
a Venezuela, a Caracas
a Memoria, a Vigilia
a Poesía, a Canción
a Luz, a Playa
a Patria, a Creación
a Candela
a ella, a la que vuela.


Eder Peña
07/03/08