lunes, 1 de agosto de 2011

A Javier Antonio, José Francisco, Miguel Arturo y Manuel José‏

Por Miguel Matos, sj.

¿ Y quiénes son ellos ?.Para los no cercanos a la Compañía de Jesús de Venezuela, se los presento simplemente así: Son cuatro cristianos que durante esta semana se están convirtiendo en Sacerdotes. Mi primera palabra para ellos cuatro: El solo recuerdo de sus nombres y la alegría extraordinaria de su sacerdocio inunda mis ojos de las lágrimas más agradecidas y gozosas.
Yo acabo de cumplir 39 años de haber sido ordenado. Hijos queridos, ustedes no se pueden imaginar la infinita felicidad que puede llenar una vida sacerdotal aunque sea sencilla y humildemente asumida como regalo inmerecido con el que el Señor nos confía el mantener viva y creciente la memoria de Jesús de Nazareth.

Yo siento que lo que más ha crecido dentro de mí con los años es la admiración,el amor, la pasión por Jesús. Algunas veces digo "heréticamente" aunque es solo un arrebato, aveces digo que casi ni me interesa si ese Jesús se corresponde a lo que en nuestra mente hemos concebido como Dios, que casi no me interesa si El es esa Verdad Absoluta. Si algún día se descubre que la verdad está en otra parte que no sea en la vida y la palabra de Jesús, yo digo que les regalo esa verdad y esos otros atributos. Disfrútenlos. Yo me quedo con el humilde campesino de Nazareth.
Javier Antonio, Miguelito,Pancho, Manuel, escriban con sangre dentro de lo más íntimo de sus personas esto: La vida y la Palabra de Jesús es el regalo más infinitamente hermoso que ha recibido y recibirá la humanidad a lo largo y ancho de toda la historia. Yo me supongo que en el infinito amor de Dios está previsto que lo que es para nosotros Jesús de Nazareth , tendrá otra encarnación, otra figura, otro lenguaje en cada cultura, en cada época , en cada espacio del universo. Cada ser humano, cada hijo de Dios recibe el regalo de lo que para nosotros es Jesús, en el contexto y forma que lo pueda asimilar su circunstancia. Por eso es estúpido despreciar ninguna religión. Es una solemne heregía antiteológica todo lo que se parezca a aquella ignominia del "Fuera de la Iglesia Católica no hay salvación". A nosotros nos tocó la "lotería" de Jesús de Nazareth, dejemos que Papá Dios deroche "otras loterías" con el resto del Universo.
Pero lo más importante que les quiero repetir es que la actitud más elemental del ser humano es el agradecimiento visceral, contundente, arrebatador, loco, fascinante, contagioso a nuestro Dios por lo que nos ha dado al llamarnos a la existencia y que a nosotros nos ha llegado de labios de Jesús. ¿ Podrá encontrarse algo más bello, savador, iluminador, fuente de felicidad que el Evangelio de Jesús de Nazareth ? ¿ Podrá alguna otra palabra, ejemplo, vida, ofrecerle a la humanidad una clave más infalible y certera para la felicidad personal y colectiva que ese Evangelio ?
Por eso me indigno al preguntarme: ¿cómo nos la hemos arreglado los católicos para convertir a lo largo de estos 2011 años una perla tan preciosa, en lo que es hoy para la mayoría de los "creyentes", la experiencia y la fe cristiana ? Para la mayoría de nuestros "creyentes" (Gracias a nuestro Dios que hablo de "mayoría", no de totalidad ), pero para la mayoría de los creyentes "cristianos" y de la humanidad que ha estado al alcance del fenómeno cristiano, la experiencia religiosa es o un "inevitable" y resignado requisito para evitar "males mayores" en esta o en "la otra vida, o es una "carga" sin cuyo peso su vida habría sido más libre,más productiva, más feliz, o es un auxilio para remediar las situaciones límites en las que somos impotentes, o es simplemente una herencia como lo es el apellido o la nacionalidad, o es un componente cultural. Qué rotundo fracaso para lo que llamamos la "Evangelización", la "Pastoral". Si alguien duda de lo que estoy diciendo, los invito a que dialoguen con los "responsables de la Pastoral" de una buena parte de nuestros colegios y universidades católicas . Qué desprecios hacia Jesús , hacia la fe cristiana tiene uno que soportar de "nuestros" alumnos, nuestros "fieles". Sencillamente debemos ser felicitados porque hemos logrado a base de una infinidad de errores, hemos logrado convertir la belleza fascinante de Jesús en todas esas cosas que les he descrito.
Lo importante no es ponerse a buscar culpables. Culpables somos todos. Pero tampoco se puede aupar a los sectores que con bastante evidencia siguen defendiendo orgullosa y sordamente esas actitudes con las que hemos saboteado tan irresponsablemente la obra de Jesús. Culpables somos todos. En este saboteo debemos incluir en primer lugar nuestro "coqueteo" con una cantidad significativa de propuestas anticristianas de la sociedad occidental. Debemos incluir nuestro "ambiguedad" con la magia, las supersticiones, las visiones anacrónicas de la realidad. Debemos incluir nuestra "manipulación descaradamente comercial" con las realidades divinas. Debemos incluir la histórica intolerancia y soberbia con la que nos hemos querido colocarnos como los únicos patentadores de la verdad. Debemos incluir la ya histórica y epidémica actitud petulante, autoritaria, ignorante de las nuevas realidades, que ostenta el promedio general de nuestras jerarquías clericales, episcopales y hasta papales. Sin excluir a un número significativo de nuestros "laicos comprometidos" que muchas veces son más fundamentalistas e intolerantes que los pertenecientes al estatus clerical.
Por decir estas cosas, me he ganado castigos y penas que no han sido más dolorosas porque las asimilo como las reacciones más esperables de los sectores afectados. Además, nunca me faltará quien me oiga con agradecimiento. Intento purificar estas actitudes de manera que solo me mueva el deseo de ser fiel a Jesús y no cómplice silencioso del saboteo. Me hace libre y feliz el sentir que no tengo nada que perder.
Estos aspectos no son lo más importante de esta reflexión , ni mucho menos. Pero hablar de Evangelización, de pasión por Jesús, de "Buena Noticia", ignorando, camuflajeando, estas realidades, es prestarse para seguir siendo "opio" para la gente y seguir "fabricando" espacios herméticos cada vez más esotéricos y ficticios perfectamente detectables.
Lo más importante, hijos queridos, como me lo oyeron decir tantas veces en el Noviciado (ya que los cuatro neo sacerdotes fueron de mis primeros Novicios), lo´más importante, repito, es vivir cada vez más enamorados de Jesús y eso se demuestra fundamentalmente en comprometerse con "la pasión de Jesús", que El a su vez recibió del Padre. La "pasión de Jesús" es hacer a los seres humanos profundamente felices, desde ya, desde esta vida. Y entre esos seres humanos, a ejemplo irrefutablemente histórico de Jesús, entre esos seres humanos son privilegiados y prioritarios los marginados, los despreciados, los ignorantes, los maltratados, los pecadores.
Si ustedes van a ser sacerdotes para encarnar esa pasión, toda la humanidad está recibiendo esta semana un regalo incalculable. Así lo creo yo de todo corazón.
Por eso, gracias Papá Dios, gracias Madre Nuestra María, gracias Ignacio de Loyola, gracias a tantas y a tantas personas.Gracias por Manuel, Miguel, Pancho y Javier.

Su hermano Miguel Matos s.j

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